"Formado académicamente como arquitecto desde 1985, amplió sus conocimientos tres años más tarde en Italia con una beca de la Academia de Bellas Artes de Roma.
Martín Begué es un artista polifacético que entiende la obra como un todo elaborado partiendo de tres elementos: dibujo, composición y color. En palabras del crítico Francisco Rivas, su obra se caracteriza "por el clasicismo en las formas y la modernidad en los contenidos".
En sus creaciones, desarrolladas dentro de la figuración, abundan las referencias a la arquitectura, a la mitología clásica y a la metafísica de De Chirico. Paisajes ficticios, de atmósfera surrealista y onírica, poblados por personajes fantásticos. Su lenguaje es muy personal, basa su discurso narrativo en una gran capacidad para crear escenarios y en la concisión de sus figuras simbólicas. El conjunto consigue la implicación, y casi la inmersión, del espectador por su fácil interpretación.
Su pintura, tremendamente intelectual, plantea lecturas irónicas y divertidas de los grandes tópicos del arte moderno, sin más propósito que crear pequeños chistes visuales. La visión luminosa y amable de lo moderno le declara deudor de las ilustraciones de la literatura infantil y juvenil.
A su actividad como pintor hay que añadir la de diseñador -montajes de exposiciones como la del centenario de Le Cobursier en 1987 en el Museo Reina Sofía- y la de escenógrafo, habiendo realizado decorados para grandes teatros como el Español de Madrid, en colaboración con Eduardo Arroyo, o los de la Ópera y el Verdi de Florencia.
Sus obras se han visto expuestas en diversas muestras, como el "X Salón de los 16" (1990), "El surrealismo en el exilio" (1999) y "Heterotopias" (2000), o la retrospectiva que le brindó el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, en 2001. Entre las instituciones en las que su nombre forma parte de la colección permanente están el Museo Reina Sofía y el Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, la Colección La Caixa o la Colección UEE, cuyo calendario de 2005 ilustró con su "Santa Bárbara".
Martín Begué es un artista polifacético que entiende la obra como un todo elaborado partiendo de tres elementos: dibujo, composición y color. En palabras del crítico Francisco Rivas, su obra se caracteriza "por el clasicismo en las formas y la modernidad en los contenidos".
En sus creaciones, desarrolladas dentro de la figuración, abundan las referencias a la arquitectura, a la mitología clásica y a la metafísica de De Chirico. Paisajes ficticios, de atmósfera surrealista y onírica, poblados por personajes fantásticos. Su lenguaje es muy personal, basa su discurso narrativo en una gran capacidad para crear escenarios y en la concisión de sus figuras simbólicas. El conjunto consigue la implicación, y casi la inmersión, del espectador por su fácil interpretación.
Su pintura, tremendamente intelectual, plantea lecturas irónicas y divertidas de los grandes tópicos del arte moderno, sin más propósito que crear pequeños chistes visuales. La visión luminosa y amable de lo moderno le declara deudor de las ilustraciones de la literatura infantil y juvenil.
A su actividad como pintor hay que añadir la de diseñador -montajes de exposiciones como la del centenario de Le Cobursier en 1987 en el Museo Reina Sofía- y la de escenógrafo, habiendo realizado decorados para grandes teatros como el Español de Madrid, en colaboración con Eduardo Arroyo, o los de la Ópera y el Verdi de Florencia.
Sus obras se han visto expuestas en diversas muestras, como el "X Salón de los 16" (1990), "El surrealismo en el exilio" (1999) y "Heterotopias" (2000), o la retrospectiva que le brindó el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, en 2001. Entre las instituciones en las que su nombre forma parte de la colección permanente están el Museo Reina Sofía y el Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, la Colección La Caixa o la Colección UEE, cuyo calendario de 2005 ilustró con su "Santa Bárbara".
La fotógrafa y amiga suya Ouka Lele escribía estas palabras: "Te has escondido al otro lado. Y en misteriosa cita nos hemos visto reunidos un grupo de amigos celebrando tu vida. Todo brillaba y refulgía en tu presencia fuera de la materia. Gracias por esta fiesta sigfrido, te queremos. Tú ya sabes por qué lo digo..."
Hasta siempre Sigfrido, y gracias.
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